Rechazo a instalación de planta en Zamora

Habitantes de la comunidad Manchinatza Alto recibieron el respaldo del gobierno provincial de Zamora Chinchipe a su postura de rechazo por la construcción de una planta hidroeléctrica que beneficie la actividad minera en la zona.
Dirigentes de esa comunidad se reunieron con autoridades locales y provinciales y unificaron criterios sobre la construcción de la estación eléctrica Hidrocruz, que beneficiará a la empresa minera ECSA.
Según un comunicado del gobierno provincial, esta entidad se mantiene en la postura de que todos los proyectos que se ejecuten deben estar enmarcados dentro del Plan de Desarrollo Territorial, tal como lo decidió la ciudadanía el pasado 6 de febrero en la Asamblea Provincial de los pueblos.
El viceprefecto de Zamora Chinchipe, Alonzo Cueva Rojas, basó su intervención en la resolución que la población de Manchinatza Alto ya tomó en una primera reunión, desarrollada el pasado 6 de marzo, y que en una conversación con la gobernadora Jenny Rodríguez, coincidieron en la necesidad de ratificarla.
“Ya se resolvió en la asamblea anterior no dar paso a este proyecto mientras no se vincule al plan de desarrollo integral de la provincia”, advirtió el viceprefecto Cueva.
La Gobernadora, por su parte, se comprometió con la comunidad a estudiar este caso.

Comunidad Shuar en discrepancia con la Iglesia

En la parroquia Guadalupe perteneciente al Zamora Chinchipe existe un conflicto entre el párroco y la comunidad Shuar. Se disputan la propiedad de un terreno de 116 hectáreas. La curia tiene las escrituras.
Sin embargo los indígenas piden el 85% del sitio. Se amparan en la Constitución que establece el derecho a recuperar los territorios ancestrales. El problema surgió en el 2007 y los enfrentamientos se vuelven cada vez más violentos. Este miércoles se cumplió una reunión entre el obispo y la confederación Shuar.
El conflicto entre la comunidad shuar de San Sebastián con el sacerdote Jorge Nigsh. El religioso denuncia que los indígenas acudieron a los disputados terrenos para lanzar piedras. En cambio el dirigente de la comunidad Shuar René Tiwi, desmiente esa versión y asegura que acudieron al sitio únicamente para observar los trabajos que ejecutaban los religiosos en el lugar.
El propósito de los indígenas era promover proyectos de huertos escolares. Según el dirigente indígena la negativa del sacerdote abrió el conflicto.
Los shuaras se sienten marginados al no estar involucrados en los programas que ejecuta la iglesia. El 2 de febrero las autoridades de Zamora Chinchipe conocieron del problema y decidieron establecer una mesa de diálogo. Este intento fracasó y el pasado 6 de marzo se produjo un nuevo incidente.
Este miércoles se produjo un nuevo intento de acercamiento del cual se esperan obtener resultados positivos y que los acuerdos se respeten. Sin embargo las partes involucradas creen que las autoridades no quieren comprometerse en darle solución definitiva al problema. (JPT)