Hasta
el martes pasado, la votación en esa provincia era liderada por el
candidato de CREO, Guillermo Lasso. Sin embargo, con el progresivo
ingreso de actas se comprobó la tendencia favorable y de total respaldo
al Mandatario Correa.
Hoy, con el 100% de actas contabilizadas, se comprueba que el Presidente Rafael Correa obtuvo el 34,27% de la votación. Mientras que Lasso se quedó con el 32,03%. El tercer lugar fue para Alberto Acosta, con el 18%; mientras que el resto de aspirantes a Carondelet no pasó del 10%.
Hasta las 14:00 de hoy, el Consejo Nacional Electoral (CNE) había contabilizado el 89% de las actas de votación para elegir al Presidente de la República. Con ese rubro, el Presidente Rafael Correa obtiene el 56,67% de apoyo popular.
Esta es una cifra histórica. Desde el retorno a la democracia en 1979, ningún candidato había ganado la Presidencia en primera vuelta, con una votación tan abrumadora y con una diferencia tan marcada con su inmediato seguidor. Según los registros del CNE, el segundo lugar lo ocupa Lasso, con 22,26%. Es decir a más de 34 puntos porcentuales de distancia.
La victoria del Presidente Rafael Correa fue contundente. Incluso se triunfó holgadamente en provincias que la oposición consideraba como sus bastiones. Zamora Chinchipe es un ejemplo de esa realidad, porque movimientos como Pachakutik pensaron que recibirían el apoyo ciudadano, pero se equivocaron. Lo mismo sucedió en las provincias de Pastaza, Morona Santiago, Orellana y Sucumbíos.
Así también las provincias de la Sierra Centro volcaron su apoyo para Rafael Correa. Cotopaxi superó el 46% de la votación; en Tungurahua llegó al 44%; en Bolívar pasó del 33%, y en Chimborazo se registra el 42%.
Siguiendo el mapa electoral, Azuay, Cañar, Loja, Carchi, Pichincha, Imbabura, Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas, Guayas, Santa Elena, El Oro y Galápagos votaron masivamente por el Presidente. En todas, Rafael Correa supera el 50%.
A pesar de estas cifras, los políticos y periodistas de oposición no saben cómo asimilar la contundente victoria. Usan fórmulas de alquimista, hablan de abstenciones de los votantes; suman, restan, multiplican y dividen las cifras del conteo; sin aceptar que el Ecuador se pintó de verde.
Hoy, con el 100% de actas contabilizadas, se comprueba que el Presidente Rafael Correa obtuvo el 34,27% de la votación. Mientras que Lasso se quedó con el 32,03%. El tercer lugar fue para Alberto Acosta, con el 18%; mientras que el resto de aspirantes a Carondelet no pasó del 10%.
Hasta las 14:00 de hoy, el Consejo Nacional Electoral (CNE) había contabilizado el 89% de las actas de votación para elegir al Presidente de la República. Con ese rubro, el Presidente Rafael Correa obtiene el 56,67% de apoyo popular.
Esta es una cifra histórica. Desde el retorno a la democracia en 1979, ningún candidato había ganado la Presidencia en primera vuelta, con una votación tan abrumadora y con una diferencia tan marcada con su inmediato seguidor. Según los registros del CNE, el segundo lugar lo ocupa Lasso, con 22,26%. Es decir a más de 34 puntos porcentuales de distancia.
La victoria del Presidente Rafael Correa fue contundente. Incluso se triunfó holgadamente en provincias que la oposición consideraba como sus bastiones. Zamora Chinchipe es un ejemplo de esa realidad, porque movimientos como Pachakutik pensaron que recibirían el apoyo ciudadano, pero se equivocaron. Lo mismo sucedió en las provincias de Pastaza, Morona Santiago, Orellana y Sucumbíos.
Así también las provincias de la Sierra Centro volcaron su apoyo para Rafael Correa. Cotopaxi superó el 46% de la votación; en Tungurahua llegó al 44%; en Bolívar pasó del 33%, y en Chimborazo se registra el 42%.
Siguiendo el mapa electoral, Azuay, Cañar, Loja, Carchi, Pichincha, Imbabura, Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas, Guayas, Santa Elena, El Oro y Galápagos votaron masivamente por el Presidente. En todas, Rafael Correa supera el 50%.
A pesar de estas cifras, los políticos y periodistas de oposición no saben cómo asimilar la contundente victoria. Usan fórmulas de alquimista, hablan de abstenciones de los votantes; suman, restan, multiplican y dividen las cifras del conteo; sin aceptar que el Ecuador se pintó de verde.
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